Reseña | Un corazón sin forma alguna

Emylia Hall

La historia de un primer amor, un paraíso nevado y una terrible tragedia Para Hadley Dunn la vida ha transcurrido sin muchos sobresaltos… sin grandes amores, sin pérdidas terribles. Pero eso fue antes de que decidiera pasar un año estudiando en la espléndida ciudad suiza de Lausana, un lugar que parece lleno de promesas. Allí Hadley conoce a Kristina, una hermosa pero reservada chica danesa, con la que establece rápidamente un fuerte vínculo. Hasta que una noche de noviembre, con las primeras nevadas del invierno, llega la tragedia. Hadley, todavía conmocionada y consumida por la culpa, comienza a apoyarse en la única persona de la que se siente cercana, su profesor de Literatura. Pero, mientras juntos intentan descubrir la verdad de lo que sucedió esa noche, su amistad comienza a entrar en territorio prohibido… hasta que todo se precipita.

Opinión personal 

Un corazón sin forma alguna fue una de las novedades de Mayo que me llamó la atención. Su título  y portada me gustaron y al leer la sinopsis me apetecía mucho leerlo. La autora se dio a conocer con su primera obra, El libro de los veranos, que fue todo un éxito mundial.

Hadley Dunn es una joven de diecinueve años que está inmersa en una rutina de la que necesita salir, por eso cuando se le presenta la oportunidad de poder ir, gracias a una beca a la ciudad de Lausana en Suiza, decide aventurarse y salir de su entorno y estudiar durante un año en ese idílico lugar, que promete sueños. Al llegar, intenta desde el principio aspirar y dejarse envolver por el ambiente y el entorno, el cual la deja fascinada desde el principio. La amistad que hace con Kristina otra chica que está allí también estudiando, se convierte en algo imprescindible para Hadley. Juntas disfrutarán y descubrirán Lausana, haciendo que su amistad sea fuerte e intensa. Kristina es divertida, atrevida y la compañera perfecta para vivir una experiencia en un país lejos de tu hogar. Aunque en la residencia en la que se alojan hay más compañeros, es con Kristina con quién se siente más a gusto, creando un vínculo entre ellas muy importante, aunque hay algo en lo que Kristina no termina de abrirse por completo, mantiene una relación con hombre que tiene una situación complicada, y eso hace que apenas cuente nada sobre él, siendo eso un motivo aveces de disputas entre ellas. Pero lo que comenzó como la experiencia más maravillosa, se convertiría de la noche a la mañana para Hadley, en una tragedia que acarrearía y marcaría su paso por Lausana para siempre.

A raíz de esa fatídica noche, Hadley decide que quiere llegar hasta el final y saber que pasó, ir en busca de la verdad y saber lo ocurrido, aunque eso traiga consecuencias de las que nunca imaginó que podrían sucederle a ella. Su refugio y apoyo lo encuentra en su profesor de Literatura, alguien con quién conecta desde el principio, pero a medida que se sumergen en la búsqueda de lo que pasó esa noche, los sentimientos del uno por el otro van creciendo, comenzando así una relación donde nada tienen que ver profesor y alumna... Llevándolos a un camino que una vez alcanzado el final, no tendrá vuelta atrás.

Por encima de todo, es una historia sobre vidas que acaban y vidas que empiezan, y da un giro en el instante más dulce: cuando dos completos desconocidos se cruzan por casualidad y, en lugar de dejar pasar la ocasión sin más, se detienen. Se vuelven. Hablan. Comienza la historia.

La autora nos presenta una historia descriptiva en su desarrollo, donde la intriga, los amores prohibidos, la pasión y las ganas de vivir experiencias nuevas, hacen que los personajes sean ricos en matices, se equivoquen, arriesguen y llegado el momento tengan que afrontar las consecuencias de sus actos, aún sabiendo que podrían estar condenando su propia felicidad. El ritmo de la historia se mantiene durante las primeras trescientas páginas, dándonos a conocer a los personajes, pero siempre con esa intriga por saber que ocurrió esa noche y por el precioso entorno de Lausana que tan bien recrea la autora. Ya casi al final, la historia da un giro que no he podido parar de leer hasta terminarlo, con sorpresas que no esperaba, dejándome muy sorprendida, pensado que ya estaba todo claro, para volver a sorprenderme al terminar.

Un corazón sin forma alguna son de esas historia que no dejan indiferente, es conmovedora, real, donde la suma de los actos y decisiones, son los que decidirán el final de la historia. Un final que sorprende por su emoción y crudeza.