TELL ME A SECRET · LÁGRIMAS EN LA NIEVE MARÍA C. GARCÍA

María C. García · Lágrimas en la nieve · Selección BdB
FICHA

Curiosidades:

1. Esta novela nació porque quería adentrarme en el género policíaco, que nunca hasta este momento había tratado, porque es uno de los géneros favoritos de mi marido. La novela la escribí pensando en él.

2. El personaje protagonista, Raúl, es físicamente como el actor Jesús Castro.

3. Según escribía la novela, podía verla como si fuera una película, algo que, por suspuesto, me encantaría.

4. No tengo ninguna actriz que se asemeje lo suficiente al personaje de Cristina, sin embargo la mujer que aparece en la portada me parece bastante parecida a como la veo en mi mente.

5. Aunque la acción es importante en la novela, creo que el romanticismo y la sensualidad tienen un papel muy importante que no va a decepcionar a los lectores de romántica. De hecho, el amor es un tema central e imprescindible en mis novelas.

6. El nombre del protagonista, Raúl, lo elegí cuando estaba viendo una de mis películas favoritas: "Lo contrario al amor". El personaje principal, interpretado por Hugo Silva, allí es bombero, no policía, pero de todos modos creo que encaja bastante bien.

7. El ritmo de la novela es pausado, pero poco a poco va acelerándose. Además, creo que hay algunos giros que van a sorprender a los lectores.

8. He utilizado varias películas policíacas para documentarme antes de escribirla, y, gracias a eso, me he empezado a interesar por este género.

9. Lo que más destacaría de la novela, aparte de su aspecto romántico, es la evolución de Raúl, el personaje principal.

10. Aunque los protagonistas se gustan nada más verse, creo que la evolución de su romance es lenta y pausada. Me suele gustar hacerlo así porque lo veo más realista. Se enamoran poco a poco, pero hasta la médula, tal como suele ocurrir en mis novelas.

Fragmento:

«Raúl la observó detenidamente un momento antes de volver a hablar:

—Venga, vamos a mi casa —sugirió al fin mientras le rodeaba los hombros con el brazo.
—Perfecto —aceptó ella recuperando su alegría mientras se abrazaba a la cintura de Raúl, olvidando todo el hambre y el dolor que había sentido hacía solo un momento.

El camino fue silencioso, pero cuando estaban más o menos por la mitad, Raúl se decidió al fin a coger la mano de Cristina como había deseado hacer desde el principio. Ella levantó la cabeza y lo observó en silencio, ampliando su sonrisa, mientras él disfrutaba al darse cuenta de que por fin había recuperado a la Cristina dulce que había conocido en un principio. Aún no estaba muy seguro de cómo iba a contestar a las preguntas que quisiera formularle, y en lo más hondo de su ser esperaba que no fueran demasiadas, pero en el momento en que sus pieles entraron en contacto una vez más, no pudo evitar sentir que todo aquello carecía de importancia. Había vuelto con él, y en aquella ocasión no iba a perderla. Le daba igual lo que ocurriera, o lo que dijera su jefe, o incluso que lo echaran de su trabajo, pero no iba a volver a abandonarla. Simplemente, no creía que fuera a ser capaz de vivir sin ella, y tampoco podía soportar la idea de que alguien pudiera hacerle daño sin que él pudiera impedirlo, de modo que la decisión estaba tomada. Iba a apostar por ella, aunque un mar de dudas lo invadiera sin remedio. Se preguntaba si sería capaz de hacerla feliz, si podría superar su pasado por mucho que se esforzara en hacerlo, si ella seguiría pensando igual cuando supiera sus secretos, si la presencia de aquella maravillosa mujer podría devolverlo a la vida y arrancarlo de las tinieblas en las que había permanecido durante demasiado tiempo… Pero mientras andaba a su lado, disfrutando al sentir el calor que siempre le transmitía su piel, no podía evitar que todas aquellas preocupaciones parecieran minúsculas. Había muchas cosas de las que no estaba seguro, pero de algún modo sabía que había hecho lo correcto. Había confesado lo que sentía al fin y había recuperado a Cristina, quien lo había perdonado después de todo el daño que le había hecho. No podía creerse que fuera tan afortunado y, de algún modo, supo que haría lo que fuera, cualquier cosa, para demostrarle que había hecho bien al volver a confiar en él. Nunca iba a volver a hacerle daño, jamás. Lucharía cada día para conseguir que fuera feliz y se esforzaría para superar su pasado y poder, así, volver a sentirse dichoso a su lado. Cuando Cristina volvió a mirarlo, mostrando con el brillo de sus ojos que también ella lo había echado de menos, no pudo evitar pensar que, al fin, algo le salía bien. No se merecía a la mujer que caminaba a su lado, pero de todos modos era suya de nuevo. Fue entonces cuando unas palabras inesperadas surgieron de sus labios.

—No me dejes nunca —murmuró perdiendo por un momento la sonrisa.
—No lo haré —le prometió ella antes de enterrar la cara en su pecho, estrechando su abrazo, sin dejar de caminar. Y allí, en medio del viento frío que los arropaba, ambos supieron que no tenían nada que temer, al menos mientras estuvieran juntos»

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➽ Hoy sale a la venta Lágrimas en la nieve, una historia que tiene muy buena pinta. Muchas gracias a María por visitar Un Lugar Mágico.

*¿Qué os ha precido, os llama la atención?