Reseña | Un canalla siempre es un canalla

Sarah MacLean
(Versátil)
Romántica Histórica
Serie The rules of scoundrels 1º

Lo que un canalla quiere, lo consigue… Diez años atrás, el marqués de Bourne fue expulsado de la sociedad sin nada más que su título. Ahora, propietario del club de juego más exclusivo de Londres, el frío y cruel Bourne está dispuesto a hacer lo que sea necesario para recuperar su herencia. Incluso casarse con la perfecta lady Penelope Marbury. Un copromiso roto y años sufriendo decepcionantes cortejos, han provocado que Penelope pierda cualquier clase de interés en un matrimonio convencional y tranquilo, quiere algo más. Sin duda es una suerte que su recién estrenado marido esté en disposición de mostrarle un nuevo mundo de placer. Es posible que Bourne sea el príncipe de la decadencia en los bajos fondos londinenses, pero se ha jurado a sí mismo que mantendrá a Penelope al margen de toda aquella perversidad. Algo que va a suponer todo un reto cuando ella descubra el deseo y se atreva a apostarlo todo por él, incluso su corazón.

Opinión personal 

Conocí a esta autora en su anterior serie, Love by numbers, la cual me sorprendió no solo por su estilo y su forma de narrar, sino porque sus personajes son diferentes, atractivos, del tipo que me gusta encontrarme en este género. Una vez más lo ha conseguido, que me vea atrapada en la historia y me la haya leído prácticamente en un día.

Penelope Marbury es una joven que no ha tenido mucha suerte en el tema de pretendientes. Después de mantener un compromiso con un importante duque, se vio abandonada por el mismo al dejarla por otra mujer de la que estaba enamorado, y esto supuso todo un escándalo social y tuvo graves consecuencias para ella, se encontró de la noche a la mañana que le habían colgado el cartel de "solterona". Su familia insiste para que empiece a volver a aceptar futuros maridos, pero ella no está muy por la labor, ya que no quiere casarse por obligación o conveniencias. Hasta que su padre decide que ya no puede pasar más tiempo y agrega a su dote unas tierras con mucho significado que lo cambiarán todo.

Michael Bourne, siendo aún un joven sin experiencia con tan solo veinte años, vio de pronto se quedaba sin nada y todo lo que le había dejado su familia pasaba a manos de un amigo de su padre que lo engañó en su propio beneficio y lo dejó prácticamente con lo puesto. A raíz de esa experiencia, Michael empezará a planear una venganza que será su único aliento para seguir adelante, eso hará que se vuelva un hombre desconfiado, frío y calculador, con el único pensamiento en mente de recuperar y vengarse del hombre que lo dejó en la ruina. A día de hoy regenta un famoso e importante  Club de juego junto a otros tres socios, El Ángel caído y cuando se entera que quizás su suerte ha empezado a cambiar y cobrarse tan ansiada venganza, no se lo piensa y decide llegar hasta el final con todas sus consecuencias y volver a un pasado que le trastornará su frío corazón.

Él dio un largo trago a la botella, disfrutando de la mirada de sorpresa ante su comportamiento cuando se limpió los labios con el dorso de la mano mientras la miraba a los ojos. Se mantuvo en silencio, divertido al darse cuenta de que su falta de palabra la enervaba.

––Me has secuestrado. ––¡No puedes secuestrarme! ––gritó ella después de un rato.

––Como te dije antes, no es mi intención secuestrarte. ––Se inclinó hasta que su cara estuvo al mismo nivel que la de ella––. Quiero casarme contigo, cariño.

Ella le miró fijamente.

––Me largo.

––No, tú no vas a ningún lado.

––No me has atado. Si quiero puedo irme.

––Eso es de aficionados. ––Se apoyó en el aparador––. Te reto a intentarlo. 

Su autora me ha vuelto a sorprender, con unos personajes que me han encantado y es uno de los puntos fuertes de la historia, ese tira y afloja entre ellos con diálogos y escenas muy atractivas, llenas de chispa y sensualidad, unido a la maravillosa forma de contarnos la historia que tiene Sarah, ha hecho que me vea sumergida en ella sin poder, ni querer dejar de leer. Hace a los personajes reales, intensos, refrescantes, en definitiva tiene todo lo necesario para que su lectura sea adictiva.

Los secundaríos me han encantado, sin duda alguna tendrán mucho que decir en los siguientes libros, ya la autora se encarga de dejarnos con la miel en los labios en el epílogo, avanzando quienes serán los  próximos protagonistas, que prometen y estoy deseando leer.

Un canalla es siempre un canalla, tiene todo lo que me gusta encontrar en este género, personajes con personalidad, y una buena trama donde los protagonistas brillan con luz propia.