Editorial · Vergara
Género · R. Suspense
Páginas · 364
Carla Monzón es una mangaka hentai –una dibujante de cómic manga con contenido sexual– que a sus escasos veinte años se siente de vuelta de todo. Su padre la abandonó cuando era pequeña, y debe cuidar de su madre, que sufre alzheimer precoz. El único amor de su vida la rechazó poco antes de que un suceso terrible trastornara su capacidad de relacionarse con los demás, quizá para siempre. Pero su vida está a punto de cambiar. De forma inexplicable, Carla cae a un río y cuando está a punto de morir ahogada es rescatada por Eric Serra, un atractivo subinspector de policía. Eric será la primera persona a la que deberá convencer que ha vuelto de su encuentro con la muerte con un inesperado don: es capaz de soñar con los últimos instantes de la vida de una joven asesinada cuya muerte sigue aún sin resolver. Así comienza la gran aventura de Carla, una chica llena de piercings y tatuajes que se reinventará a sí misma, mientras su corazón se debate entre el recuerdo de su primer amor y la atracción que siente por el hombre al que acaba de conocer y que está dispuesto a darlo todo por ella.
Opinión Personal
Con una portada diferente y llamativa, Mangaka ha sido la ganadora del premio que organiza cada año El Rincón Romántico junto a Vergara. Con una sinopsis que enseguida captó mi atención por la descripción de su protagonista, tenía muchas ganas de leerlo porque estaba segura que sería una lectura diferente.
Carla Monzón tiene veinte años, es una chica independiente y muy especial. Su vida no ha sido fácil y lleva a cuestas un gran trauma. No soporta que la toquen, tiene un gran rechazo al contacto físico y le cuesta exteriorizar sus sentimientos. Está a cargo de una madre muy enferma y el coste de su calidad de vida para que esté bien atendida es grande. Carla vive sola, y se dedica a dibujar Mangaka (cómic japonés) para una importante compañía japonesa. Sus únicos amigos en los que confía y se abre un poco más son; Virginia su abogada, e Ítalo un profesor de capoeira que vino buscando mejor vida desde Brasil. Todo cambia para ella, cuando es rescatada del río Manzanares apunto de morir por el subinspector de la policía Eric Serra. A partir de ese momento Carla comenzará a tener una serie de visiones que serán muy importante y de gran ayuda para resolver casos que llevan años cerrados y que no quedaron del todo claro.
Eric Serra, no se lo piensa ni un segundo cuando se lanza a rescatar a Carla al río Manzanares. Subinspector de la policía, es un hombre de carácter serio en la primera impresión y con un atractivo y masculinidad fuera de toda duda. Con un pasado duro a cuesta, nunca pensó que la chica que acaba de rescatar del río, iba a trastornar su vida en todos los sentidos.
La historia me ha atrapado desde el principio, y sobre todo me ha encantado y emocionado mucho el
personaje de Carla, que como he comentado más arriba es muy especial. Es imposible no sentir empatía con ella desde que la conoces, es un personaje que te llega. Su vida cambia cuando cae al río Manzanares y a través de las visiones que empieza a padecer, la acercará a Eric su rescatador, ya que ella puede ayudar a esclarecer casos que no quedaron del todo claros hace ya bastantes años. Su relación no comienza con muy buen píe que digamos. Carla piensa que Eric es un engreído, orgulloso, frió y no soporta la prepotencia con la que al parecer, piensa ella que la trata. Cuando empiezan a nacer unos sentimientos y deseos por él, se sentirá desborda ya que en el pasado sufrió un desengaño amoroso y hasta ahora no había tenido ningún tipo de relación en las que su corazón se viera implicado. Por su parte Eric intentará por todo los medios controlar el deseo que empieza a sentir por ella y hará todo lo posible para que su relación solo sea a nivel de compañeros para esclarecer los casos. Pero Carla se le ha metido ya en la piel para siempre.
La forma de escribir de Maria José Tirado es sencilla, fluida, no se hace pesada, te pone en situación de las escenas, sin llegar a saturar en descripciones innecesarias y con ese suspense en la historia que hace que quieras seguir avanzando e ir descubriendo que va a pasar. Las escenas entre los protagonistas me han gustado mucho, llenas de sensualidad y ternura. Los giros que se dan no los esperas, y eso hace más atractiva la historia. Me ha gustado como la autora con su documentación, nos sumerge en el mundo del anime japonés.
Carla Monzón tiene veinte años, es una chica independiente y muy especial. Su vida no ha sido fácil y lleva a cuestas un gran trauma. No soporta que la toquen, tiene un gran rechazo al contacto físico y le cuesta exteriorizar sus sentimientos. Está a cargo de una madre muy enferma y el coste de su calidad de vida para que esté bien atendida es grande. Carla vive sola, y se dedica a dibujar Mangaka (cómic japonés) para una importante compañía japonesa. Sus únicos amigos en los que confía y se abre un poco más son; Virginia su abogada, e Ítalo un profesor de capoeira que vino buscando mejor vida desde Brasil. Todo cambia para ella, cuando es rescatada del río Manzanares apunto de morir por el subinspector de la policía Eric Serra. A partir de ese momento Carla comenzará a tener una serie de visiones que serán muy importante y de gran ayuda para resolver casos que llevan años cerrados y que no quedaron del todo claro.
Eric Serra, no se lo piensa ni un segundo cuando se lanza a rescatar a Carla al río Manzanares. Subinspector de la policía, es un hombre de carácter serio en la primera impresión y con un atractivo y masculinidad fuera de toda duda. Con un pasado duro a cuesta, nunca pensó que la chica que acaba de rescatar del río, iba a trastornar su vida en todos los sentidos.
La historia me ha atrapado desde el principio, y sobre todo me ha encantado y emocionado mucho el personaje de Carla, que como he comentado más arriba es muy especial. Es imposible no sentir empatía con ella desde que la conoces, es un personaje que te llega. Su vida cambia cuando cae al río Manzanares y a través de las visiones que empieza a padecer, la acercará a Eric su rescatador, ya que ella puede ayudar a esclarecer casos que no quedaron del todo claros hace ya bastantes años. Su relación no comienza con muy buen píe que digamos. Carla piensa que Eric es un engreído, orgulloso, frió y no soporta la prepotencia con la que al parecer, piensa ella que la trata. Cuando empiezan a nacer unos sentimientos y deseos por él, se sentirá desborda ya que en el pasado sufrió un desengaño amoroso y hasta ahora no había tenido ningún tipo de relación en las que su corazón se viera implicado. Por su parte Eric intentará por todo los medios controlar el deseo que empieza a sentir por ella y hará todo lo posible para que su relación solo sea a nivel de compañeros para esclarecer los casos. Pero Carla se le ha metido ya en la piel para siempre.
Sus labios eran tal como lo había imaginado, ardientes como un volcán, y yo ansiaba con todo mi ser consumirme en aquel fuego, hasta quedar reducida a cenizas.
––Estaba tan asustado, pequeña... ––susurró atravesándome con sus ojos negros––. No vuelvas a desaparecer así, nunca...
La forma de escribir de Maria José Tirado es sencilla, fluida, no se hace pesada, te pone en situación de las escenas, sin llegar a saturar en descripciones innecesarias y con ese suspense en la historia que hace que quieras seguir avanzando e ir descubriendo que va a pasar. Las escenas entre los protagonistas me han gustado mucho, llenas de sensualidad y ternura. Los giros que se dan no los esperas, y eso hace más atractiva la historia. Me ha gustado como la autora con su documentación, nos sumerge en el mundo del anime japonés.
Mangaka es una historia con una protagonista diferente, especial, con un suspense y romance muy atractivo e interesante, que te harán pasar un muy buen rato. Os lo recomiendo.
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